¿Qué son?
Son todas aquellas bebidas libres de alcohol, generalmente gasificadas compuestas básicamente por agua, azúcares, cafeína y otros ingredientes como aminoácidos, vitaminas, minerales y extractos vegetales.
¿Efectos sobre el sistema nervioso central?
Es una sustancia estimulante, con un gran contenido en cafeína, dependiendo de algunas variables (peso, edad…) el consumo excesivo de cafeína se alcanza al ingerir 400 miligramos (adultos/as) y 100 miligramos (adolescentes). Pasado ese umbral, aparecen: inquietud, nerviosismo, insomnio, trastornos gastrointestinales, etc.
Otro de los peligros de este tipo de bebidas es su alto contenido en azúcar. La actual recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) es que el consumo de azúcares añadidos no debe sobrepasar los 50 gramos diarios. Una bebida energética estándar de 250 ml equivalen a 4 tazas de café y 15 sobres de azúcar, casi 3 veces más de la CDR (Cantidad Diaria Recomendada)
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria el 18% de los niños y niñas entre 3 y 10 años consume bebidas energéticas, o dicho de otro modo 1 de cada 5.
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