En la adolescencia los cambios corporales que se iniciaron en la pubertad se acompañan de un aumento del deseo sexual y suelen darse las primeras relaciones sexuales.
La masturbación cumple en l@s adolescentes funciones importantes como aliviar la tensión sexual y como forma de conocimiento de su propio cuerpo, de esta forma se dan placer y a la vez se conocen, lo cual es importante para cuando accedan a la sexualidad con otra persona.
En la adolescencia la masturbación suele ir acompañada de fantasías o imágenes eróticas. Las fantasías sexuales son frecuentes en la adolescencia, muchas veces acompañan la masturbación, ayudan al aumento de la excitación y con ella a la llegada del orgasmo.
Hay familias que se preocupan por la frecuencia en la que su hij@ se masturba. Hay que tener en cuenta que esto tiene que ver con cada chico/a en particular, hay algun@s que se masturban todos los días y otr@s nunca lo hacen o sólo ocasionalmente.
Nuestros hij@s tienen que crecer sabiendo que la masturbación es normal, tanto en los hombres como en las mujeres. Much@s chic@s ya la habrán experimentado en la infancia y la actitud que hayan adoptado los padres y madres en ese momento influirá en el momento actual. Si los reprimimos o se lo prohibimos, seguramente lo harán con miedo y culpa y esto influirá negativamente en su sexualidad. Por ello es importante tener una buena conversación dentro de casa. En todo caso, debemos intervenir si fuera necesario, aclarando que es un acto privado, que no se hace en público, que se hace en su intimidad (sol@ o con su pareja) Junto a los cambios antes mencionados aparece en l@s adolescentes la necesidad de mayor privacidad, de ser más independientes, de diferenciarse de los padres y madres. Tenemos que hablar dejando atrás los tabúes, pero siempre respetando la necesidad de privacidad y el pudor de nuestros hij@s. Si la masturbación de nuestr@ hij@ o la idea de que pueda hacerlo nos angustia, nos resulta intolerable o nos preocupa mucho, tendríamos que poder empezar a preguntarnos qué nos pasa con nuestra propia sexualidad, qué nos genera en lo personal de cada un@, que nuestros hij@s se toquen, disfruten y tengan una sexualidad activa.
Podemos pedir ayuda si es necesario ya que muchas veces la sexualidad de nuestr@s hij@s nos moviliza y nos confronta con nuestros propios temores, frustraciones o situaciones traumáticas.
Ya sabes que…
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